A lo largo del curso es extraño que en algún momento, en el aula, no salga esta cuestión a debate. Obviamente, más allá de esta dualidad, existen otros tantos ‘’ingleses’’ que por motivos socioeconómicos o geopolíticos no poseen el reconocimiento de estas variedades del idioma. Para captar la atención del alumno y hacer reconsiderar esta pregunta, les suelo replicar con otra ¿Cuantas variedades existen del inglés? Poco a poco, entre todos van sacando algunas de ellas. Entonces aprovecho y recurro a la página de wordreference e invito a los alumnos a elegir una palabra al azar. Tecleo en el buscador de la página y listo. Muchos de los alumnos desconocen esta herramienta. Un pequeño altavoz situado al lado del buscador en el cual se despliega un menú de audio en donde podemos escuchar cualquier palabra de la lengua inglesa en sus diferentes acentos: inglés, inglés RP, inglés de Yorkshire, americano, americano sureño, irlandés, escocés y jamaicano. A los alumnos suele divertir y llamar la atención la gran diferencia que existe entre todos estos ejemplos. Pero aquí no queda la cosa, pues estos acentos solo corresponden a alguna de sus variedades ¿qué ocurre con el inglés canadiense, el de la India, Suráfrica o el australiano? Variedades del idioma habladas por millones de angloparlantes, algunos no nativos, como es nuestro caso.
Pero retomando la pregunta inicial ¿Cuáles son las principales diferencias entre las dos variedades más conocidas? La primera que a los alumnos se les suele ocurrir es la del vocabulario. Ciertas palabras son diferentes. Un par de ejemplos sencillos y que no necesitan traducción: cookie/ biscuit o tube/underground. La pronunciación, por otro lado, como hemos apuntado antes, también es bastante diferente en ambas variantes, algo que casi todo el mundo conoce debido a las series, las películas, la música, etc. Pero la gramática e incluso la ortografía también puede sufrir variaciones. Tengamos en cuenta que, entre nativos y no nativos, hablamos de mas de 1000 millones de hablantes en el mundo, lo cual hace imposible una homogenización de un idioma que aún sigue en expansión.
Por lo tanto, si todavía estás inmerso en el aprendizaje del idioma, no te preocupes demasiado por cual de las dos variantes es ‘’mejor’’. Trata de mejorara día a día los aspectos comunes del inglés y disfruta de la experiencia. Pues conocer una lengua, no es aprender solo un código lingüístico sino una serie de costumbres. Al fin y al cabo, una nueva cultura.
RAÚL REAL (profesor de inglés en los ciclos de Comercio Internacional y Transporte y Logística de Escuela Nexian)